lunes, 14 de mayo de 2012

REDES PARA LA CIENCIA: "Estamos programados, pero para ser únicos"

         Hasta ahora teníamos entendido que el inconsciente sólo influía en las cosas sencillas y pequeñas que formaban parte de nosotros. Sin embargo, las últimas investigaciones que se han realizado demuestran que la mayoría de las cosas que hacemos o elegimos en nuestra vida cotidiana están influidas y dirigidas por nuestro inconsciente, incluso antes de que nuestra conciencia se percate. Decisiones como la elección de nuestro trabajo, nuestra casa o lo que queremos estudiar son tomadas por nuestro inconsciente. Incluso a la hora de hacer una elección, nuestro inconsciente ya la ha tomado siete segundo antes de que se le planteara la elección a la conciencia. Es por esto por lo que el libre albedrío queda cuestionado, si realmente podemos elegir lo que queramos o hacer lo que sea con total libertad, cuando en realidad nuestro cerebro, nuestra mente, ya ha tomado un camino sin tener en cuenta a nuestra conciencia, es decir, sin tenernos en cuenta a nosotros. Esto es porque sólo una pequeñísima parte de las conexiones neuronales se ocupa de la consciencia, mientras la inmensa mayoría forma parte del inconsciente. Esto implica que la intuición es un mecanismo mejor que la elección racional o los programas estadísticos más avanzados. De modo que la lucha entre la programación genética  y la experiencia personal se ha anulado con la teoría de la plasticidad cerebral, donde el cerebro no deja de desarrollarse nunca y es capaz de construir nuevos patrones y nuevas conexiones durante toda la vida, de modo que la edad no supone un obstáculo y las conexiones pueden modificarse, de manera que cuando más desarrolles una habilidad, más desarrollada cerebralmente la tendrás, es decir, más conexiones neuronales tendrás para realizar dicha habilidad. En cuanto a la experiencia, investigaciones nos demuestran que no hay nada que cambie para siempre, es decir, que por tener una mala experiencia con algo determinado, no tiene por qué suponer un elemento crucial en el futuro. Así estamos programados, pero para ser únicos. Por eso somos más libres que el resto de los animales y esto supone equivocarnos y cometer errores porque no estamos determinados ni genéticamente ni por los conocimientos adquiridos. Por ello somos más infelices, porque somos más libres.
          Es increíble cómo la ciencia nos va abriendo el camino poco a poco hacia la realidad de cómo son las cosas, nos muestra que no siempre estamos en lo cierto, que la razón no es tan importante como nosotros creíamos y que lo que cada uno de nosotros somos y elegimos es fruto de nuestras conexiones neuronales, de nuestra mente, nuestro cerebro.







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